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El encantador invierno en Suecia

Suecia, una joya nórdica, es conocida por sus paisajes pintorescos, su rica historia y su vibrante cultura. ¿Pero cómo es visitar Suecia en invierno? ¿Vale la pena desafiar el frío? Profundicemos en lo que esta estación del año tiene para ofrecer a los viajeros.

¿Es la época de invierno un buen momento para visitar Suecia?

¡Absolutamente! El invierno en Suecia ofrece una experiencia única y diferente de los agitados meses de verano. Los tranquilos paisajes cubiertos de nieve, menos turistas y una variedad de actividades invernales hacen que sea un momento mágico para explorar. Además, con la preparación adecuada, el frío se convierte en una parte más de la aventura.

El tiempo y el clima en Suecia en invierno

El invierno sueco empieza a fines a mediados de  diciembre y fin de marzo. En enero, Suecia da la bienvenida a un mayor número de horas de luz después de los días más cortos de diciembre. En Estocolmo y las zonas del sur las temperaturas rondan los -2 °C. En cambio, el Ártico es mucho más frío, con una temperatura media de -12 °C. Este mes, aunque frío, marca el regreso gradual del sol. Enero y febrero son unos de los mejores meses para presenciar la encantadora aurora boreal, especialmente en las zonas del norte de Suecia. Zonas como Kiruna y Abisko ofrecen cielos claros y oscuros, lo que aumenta las posibilidades de ver este espectáculo natural.

¿Qué hacer en Suecia en invierno?

Esquí y snowboard
Åre, situada en el corazón de Suecia, es a menudo aclamada como la capital del esquí del país. Con sus laderas prístinas cubiertas de nieve que se extienden hasta donde alcanza la vista, es un paraíso para los amantes de los deportes de invierno. El complejo está dirigido a todos los niveles de esquiadores y practicantes del snowboard, desde principiantes que dan sus primeros deslizamientos cautelosos hasta profesionales que buscan terrenos desafiantes. Además de esquiar, Åre ofrece una animada escena après-ski con acogedores cafés, animados bares y restaurantes gourmet, lo que garantiza que la diversión no se detenga cuando esté fuera de las pistas.

Paseos en trineo tirados por perros en Laponia
Laponia, la región más septentrional de Suecia, ofrece una experiencia lo más parecida a un paraíso invernal que pueda imaginar. Una de las actividades más estimulantes que se pueden realizar aquí es el paseo en trineo tirado por perros. Imagínese ser arrastrado a través de un paisaje tranquilo y cubierto de nieve por un equipo de entusiastas huskies, con nada más que el sonido de sus patas y los corredores del trineo rompiendo el silencio. No se trata sólo del viaje; Se trata de crear vínculos con estos increíbles animales y comprender la antigua tradición de los trineos tirados por perros en el Ártico.

Hotel de hielo en Jukkasjärvi
Ubicado en el pintoresco pueblo de Jukkasjärvi, «Icehotel» es un testimonio del ingenio humano y la belleza de la naturaleza. Cada invierno, artistas de todo el mundo se reúnen para crear esta maravilla arquitectónica utilizando hielo del río Torne. Cada habitación es una obra de arte única, con intrincadas esculturas y diseños tallados en las paredes. Pero no se trata sólo de estética; El hotel ofrece una experiencia única: dormir en una habitación hecha completamente de hielo. No te preocupes por el frío; A los huéspedes se les proporcionan sacos de dormir térmicos para garantizar una noche de sueño confortable. ¿Y por la mañana? Un jugo de arándano rojo tibio servido en la cama.

Festival de Lucía
Aunque la fiesta de Lucía se celebra principalmente el 13 de diciembre, su esencia permanece durante todos los meses de invierno. El festival celebra a Santa Lucía, la portadora de luz durante los oscuros inviernos escandinavos. La celebración es un espectáculo digno de contemplar, con procesiones de mujeres jóvenes vestidas con vestidos blancos, cantando canciones tradicionales y luciendo una corona de velas. Las plazas, las escuelas y las oficinas se llenan de vida con el sonido de la música, y el aroma de los bollos de azafrán y el pan de jengibre llena el aire.

Patinaje sobre hielo en un lago congelado
Cuando el invierno abraza a Suecia con su frío abrazo, los lagos del país se transforman en grandes pistas de patinaje naturales. Uno de estos lagos es el lago Mälaren en Estocolmo. Cuando la temperatura baja, la superficie del lago se solidifica, ofreciendo a los lugareños y turistas una experiencia única de patinaje sobre hielo. Deslizarse sobre la superficie congelada, rodeado de árboles cubiertos de nieve y monumentos históricos, es nada menos que mágico. Ya seas un patinador experimentado o un principiante, la experiencia es a la vez estimulante y relajante, lo que la convierte en una actividad que debes probar cuando estés en Suecia en enero.

Mercado de invierno de Jokkmokk
El mercado de invierno de Jokkmokk no es sólo un mercado; Es una celebración de la cultura, la historia y la tradición que se lleva a cabo desde hace más de 400 años. Ubicado en el corazón de la Laponia sueca, este mercado es una mezcla vibrante de tradiciones sami, comida deliciosa y artesanías únicas. Mientras paseas por los puestos del mercado, te encontrarás con artesanos que muestran sus habilidades, desde pieles de reno hasta complejos trabajos con cuentas. El aroma a pescado ahumado, carne de reno y pan recién horneado llena el aire, tentando tu paladar. Además de las compras, el mercado ofrece una visión de la vida sami, con actuaciones tradicionales, sesiones de narración de cuentos e incluso carreras de renos.

El baño de hielo
Suecia es conocida por su amor por los contrastes de temperaturas, y los baños de hielo son prueba de ello. Para aquellos que buscan una descarga de adrenalina, un chapuzón en las aguas heladas es una experiencia como ninguna otra. El impacto inicial del frío es rápidamente reemplazado por una sensación de hormigueo, haciéndote sentir vigorizado y vivo. Pero la experiencia no termina ahí. Después del baño helado, es tradición calentarse en una sauna tradicional sueca, donde el calor te envuelve, relaja tus músculos y calma tu mente. Es un baile entre extremos y es típicamente sueco.

Los baños de sauna
La sauna es una parte integral de la cultura sueca. Son lugares de relax, de reflexión y, sobre todo, de calor durante los fríos meses de invierno. El ritual implica alternar entre el calor seco de la sauna y el frío del exterior o un chapuzón helado. Se cree que este contraste tiene muchos beneficios para la salud, desde mejorar la circulación hasta aliviar el estrés. Mientras estás sentado en la cabaña revestida de madera, con el calor envolviéndote, es un momento para reflexionar, para conversar o simplemente para disfrutar del silencio. Es una experiencia que captura la esencia del bienestar sueco.

El invierno en Suecia es un sueño para los amantes del frio y la nieve. Desde la aurora boreal hasta la acogedora tradición de los baños sauna, hay algo para todos. Así que, prepara tu ropa más abrigada, abraza el frío y embárcate en una aventura sueca como ninguna otra.

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